Familia HosannaLa sonrisa de Jesús

virgen del silencio
Ponte el Uniforme

Toda institución tiene un uniforme que lo identifica, en la Familia Hosanna el uniforme es la sonrisa de Jesús, una sonrisa que debe salir desde el fondo del corazón, si uno está con Cristo siempre estará gozoso y alegre, en paz… la sonrisa nos lleva a unirnos a la ternura de DIOS, ES CONTAGIOSA, Dios es sonrisa no es mal geniado… cuando uno sonríe se desconecta de lo malo y conecta a los otros a un estado espiritual de dulzura de acogida y de suavidad.

“Yo estoy convencido que si estamos en presencia permanente del Señor, a pesar de todas las situaciones difíciles, podremos sonreír, ver la vida de manera diferente.

Dice la Palabra: “Nada vale la pena si lo comparo con el conocimiento de Cristo Jesús” (Filipenses 3,8), cuando Cristo es todo en nosotros, hasta los sufrimientos cambian de color (Rm 8,35).

En la Familia Hosanna la sonrisa se ha convertido en un uniforme que se luce siempre porque en Cristo tenemos puesta nuestra confianza”.

virgen del silencio
La Virgen del Silencio

"María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón" Lucas, 2 – 19

Esta es la actitud que debe caracterizar y vivir la Familia Hosanna, guardar todos los acontecimientos que nos suceden y en SILENCIO llevarlas al interior de nuestro corazón, a la tienda del encuentro, para ser compartidas sólo con el Señor… esta actitud nos lleva a vivir en abandono; a depositar toda nuestra confianza en nuestro Padre celestial y así abrazar amorosamente la voluntad divina, como lo hizo nuestra madre del cielo la Virgen María, quien con su Fiat aun sin entender ni cuestionar estuvo siempre dispuesta en su silencio a vivir ese HÁGASE EN MI, SEGÚN TU PALABRA.

El padre John siempre se preguntó “¿Por qué no encontramos la plenitud? ¿Por qué buscamos y buscamos y queremos siempre buscar sin encontrar?”

Poco a poco fue descubriendo que buscamos donde no es, donde nunca encontraremos realmente, puesto que la plenitud no puede darla nada de lo creado, sino únicamente en Cristo encontramos lo que nuestro corazón anhela.

Unirnos a ella con el rosario diario nos hace familia de oración… Familia que reza unida permanece unida!