Tono de Presencia
Los cristianos tenemos la costumbre de alejarnos de Dios y acercarnos a Él solo en algunos momentos del día o peor, de la semana. Este tono de presencia es un recordatorio al corazón de que estamos en presencia de Dios.
“En nuestros celulares hay la posibilidad de poner un suave tono o vibración para cada hora y con un mensajito; podemos durante el día, desde las 6 de la mañana hasta las 9 de la noche, o dependiendo el gusto de cada uno, programar este tono; yo personalmente he colocado un tono cada hora y le he puesto “TE AMO JOHN” que al escuchar el timbre y leerlo yo respondo con otro “te amo” para el Señor, de tal manera que cada hora y de manera breve, puedo evaluar si he podido vivir en la presencia del Señor”; explica padre John.
Esta herramienta es muy eficaz ya que al sonar la alarma te hace volver a Dios rescatándote de las distracciones de la cotidianidad. Esto nos lleva a estar en constante comunicación.
“Al inicio se hace difícil y no faltan enojos, pero poco a poco se va haciendo parte vital del día.
Se llama tono de presencia porque al sonar la alarma hago conciencia de la presencia del Señor en cada momento de mi vida”
La Virgen del Silencio
"María, por su parte, guardaba todas estas cosas, y las meditaba en su corazón" Lucas, 2 – 19
Esta es la actitud que debe caracterizar y vivir la Familia Hosanna, guardar todos los acontecimientos que nos suceden y en SILENCIO llevarlas al interior de nuestro corazón, a la tienda del encuentro, para ser compartidas sólo con el Señor… esta actitud nos lleva a vivir en abandono; a depositar toda nuestra confianza en nuestro Padre celestial y así abrazar amorosamente la voluntad divina, como lo hizo nuestra madre del cielo la Virgen María, quien con su Fiat aun sin entender ni cuestionar estuvo siempre dispuesta en su silencio a vivir ese HÁGASE EN MI, SEGÚN TU PALABRA.
El padre John siempre se preguntó “¿Por qué no encontramos la plenitud? ¿Por qué buscamos y buscamos y queremos siempre buscar sin encontrar?”
Poco a poco fue descubriendo que buscamos donde no es, donde nunca encontraremos realmente, puesto que la plenitud no puede darla nada de lo creado, sino únicamente en Cristo encontramos lo que nuestro corazón anhela.
Unirnos a ella con el rosario diario nos hace familia de oración… Familia que reza unida permanece unida!